Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia

viernes, marzo 25, 2016 0 Comments A+ a-

El orfanato de DC


sam_mrktstills_r7_150604.086580.tifNo tenía claro si escribir una crítica de Batman v. Superman: El amanecer de la justicia. No lo tenía claro porque hablar de sus múltiples errores difícilmente iba a aportar algo nuevo, pues es una película tan fallida que hasta en muchas de las críticas positivas se habla de sus problemas de estructura, entre otras cuestiones de mayor entidad. Como toda película de superhéroes, la nueva producción cinematográfica de DC es un entretenimiento, y como tal tiene sus virtudes (si contamos como virtud que no llega a hacerse pesada). Tiene lo justo para satisfacer, en mayor o menor medida, las necesidades de su público potencial. Aclaremos desde un primer momento que yo no soy su público potencial, algo que muy probablemente invalide mi opinión (ojalá no sea así) para cierto sector de lectores/espectadores. Pero por encima de todos los problemas que tiene la segunda película de este nuevo universo de DC, que nace tras el éxito de la trilogía que hizo Nolan de El caballero oscuro, destaca una cuestión de concepto. Warner Bros. ha querido imitar la fórmula y el éxito del universo cinematográfico de Marvel/Disney, pero las prisas ni siquiera han permitido hacer películas individuales de los miembros de La liga de la justicia (acabará habiéndolas, pero el estreno de las mismas será un tanto aleatorio y chapucero), como sí ha ocurrido en el caso de la franquicia competidora. Batman v. Superman tenía que servir a la vez de secuela de El hombre de acero, de película de transición -para solucionar los errores de su predecesora, también dirigida por Zack Snyder- y como introducción de multitud de personajes, siendo la de uno de ellos muy importante, pues este Bruce Wayne necesitaba una presentación al margen, ya que su personalidad es bastante novedosa respecto a la del que nos presentó Christopher Nolan. Y por suerte la tiene, no de la manera más satisfactoria que podríamos esperar (y aun así puede ser sin ningún problema lo mejor de la película), pero la tiene.

BvS 3Sí, he escrito un párrafo de una extensión considerable y no he llegado a aclarar qué ha sido lo que me ha llevado a escribir un texto sobre esta cinta. He empezado un nuevo párrafo precisamente para hablar de ello aquí -también porque no me gustan los párrafos demasiado extensos-. Muchas personas a las que les ha gustado la película piensan que a los que no nos ha gustado es porque íbamos con la crítica escrita (o la opinión pensada) desde casa. ¿A qué se deben estos niveles de estupidez? ¿Por qué esa manera tan peculiar de defender que les haya gustado algo que al resto (no a todo el mundo, pero sí a mucha gente) no? Este fenómeno es digno de estudiarse, y es precisamente el motivo por el que escribo estas líneas. Tan raro no será que no nos guste cuando he leído críticas supuestamente muy positivas en las que se mencionan incontables defectos, por no hablar de aquéllas que basan la justificación de su opinión favorable en un ataque o menosprecio al universo Marvel. También he leído que la película es tan compleja que alguien puede no enterarse. No confundamos problemas narrativos con complejidad, por favor.

BvS 2Ahora toca hablar de la película, cuyos aciertos se pueden resumir en las intenciones de la primera mitad y en que mantiene un tono mucho más adecuado a las características de la historia que narra que El hombre de acero, al menos en lo que se refiere a la principal línea narrativa. Pero paremos de contar, el resto de aspectos -más allá de que resulta un entretenimiento digno, algo que a mi parecer no conseguía la película de 2013- oscilan entre lo flojo y lo pésimo. Batman v. Superman pasa de ser narrativamente torpe a ser narrativamente nula. La primera hora y media, que coincide con la narrativa torpe de la que hablo, sufre unos problemas de montaje escandalosos. Solo se salva de la quema -y en parte, pues a todas las subtramas les ocurre exactamente lo mismo que a los sueños y los flashbacks- la línea temporal del presente, en la que vibramos gracias a los primeros encuentros entre Batman y Superman. Sí, a pesar de ese montaje chapucero y un tanto arbitrario, existían algunas esperanzas de que nos encontrásemos ante una película de entidad. Pero la última hora confirma los errores que habíamos visto anteriormente y suma otros que eran de esperar, como batallas interminables -alguna de ellas innecesariamente larga- y una sucesión de posibles finales que parece no ir a concluir nunca.

BvS 5Las carencias de Snyder como director, que en esta película deja su sello esteticista de la forma más aleatoria posible, se ven multiplicadas por los agujeros que tiene el guion de David S. Goyer y Chris Terrio. El director ha demostrado a lo largo de su carrera -especialmente en El hombre de acero, pues el resto de sus trabajos no requerían la misma implicación emocional- ser totalmente incapaz de tratar de forma adecuada las relaciones humanas, por lo que Batman v. Superman funciona mucho mejor cuando sus protagonistas se comportan como seres totalmente inmorales. Y claro, así pasa, cuando no nos reímos por lo ridículas que resultan las líneas de guion o las acciones y cambios de parecer de los personajes (atentos al motivo por el cual se detiene la batalla más importante de la película) lo hacemos por la forma que tiene Snyder de filmar las escenas de mayor dramatismo. Es casi insultante el impostado sentimentalismo de todos los momentos en las que se nos pretenden mostrar los "problemas" familiares de Batman y Superman. Todo lo que hay en el fondo de la película, en los pensamientos de los personajes -mención especial a un desdibujado Lex Luthor, que es poco más que el Joker de Heath Ledger sin maquillaje-, es un verdadero caos.

BvS 4En el tema interpretativo no tengo demasiado que decir, si acaso comentar lo mal director de actores que está demostrando ser Zack Snyder. Los únicos actores que no desentonan son, casualmente, aquéllos que menos deben interpretar (los más serios o los que tienen menos peso): Ben Affleck y Cal Gadot. Jesse Eisenberg está descontrolado a la hora de exhibir sus tics habituales, mientras que Henry Cavill logra empeorar la pésima interpretación que ofreció en El hombre de acero. Snyder se empeña en mantener algunos primeros planos suyos que pueden provocar alguna que otra carcajada. El resto, entre intrascendentes y caricaturescos (más o menos lo mismo que algunos de los ya mencionados, para qué mentir). Pese a todo, Batman v. Superman es una película mucho más potente y compacta que su predecesora, pero también es la demostración de lo necesario que es un cambio de director y/o de guionista. Si el objetivo es alcanzar a Marvel, lograrlo con un director así es misión imposible. Una pena, porque el universo DC me atrae muchísimo más que el de Marvel, pero las cosas allí se están haciendo con más mimo y mucha más cabeza.

La modista - Bienvenida sea la anarquía

viernes, marzo 18, 2016 0 Comments A+ a-

Kate-Winslet-The-Dressmaker-726x400Hay determinadas películas cuya disparidad de opiniones puedo entender perfectamente. Uno de estos casos es La modista, película que ha filmado la australiana Jocelyn Moorhouse tras casi veinte años de retiro. Con unos cuanto peros, mi opinión es sensiblemente positiva; sin embargo, comprendo de igual manera que a alguien le encante como que alguien la deteste. Por decirlo de alguna manera, La modista es un ejercicio tremendamente caótico, tanto que acaba siendo incluso estimulante. Es un filme sin ataduras, acaparador de multitud de referentes pero que no sigue reglas de ningún tipo. El pastiche, por supuesto, es más genérico que formal, aunque en el trabajo de puesta en escena también tiene lo suyo, sobre todo en el empeño de la directora por vestir de forma llamativa y extravagante la voluptuosa figura de una excepcional Kate Winslet.

La modista es una película que muta constantemente, aunque hay algo que se percibe en todo momento en su tono: una exageración continua de los hechos, lo cual desemboca en el impostado añadido de un dramatismo que no le hace ningún favor a la cinta. De hecho, si logra funcionar es gracias a que, dentro de su caos (y en parte gracias a él), consigue resultar divertidísima. Esto no sería posible sin la labor cómica, incluso caricaturesca, de secundarios como Judy Davis y Hugo Weaving, que interpreta a un policía con una divertida y enfermiza obsesión por la moda femenina. La parte mala de todo esto, del absoluto caos (algo que no es malo per se) en el que se encuentra sumida la película en todo momento, es que es imposible tomarse en serio cualquiera de sus lecturas, que las tiene y muy interesantes.

Screen-Shot-2015-10-29-at-5.08.34-pmTilly Dunnage, una glamurosa modista, regresa a su casa en el turbio pueblo de Dungatar tras muchos años trabajando en exclusivas casas de moda de París, con el objetivo de cerrar heridas del pasado y vengarse de quienes la forzaron a marcharse años atrás. La escena inicial, en la que se muestra la irrupción de Dunnage en su "querido" pueblo, está filmada como si de un western se tratara. Y es que, entre otras muchas cosas, La modista es un western. En los primeros minutos de película tienen cabida hasta algunos planos casi fordianos, demasiado poderosos para el descontrol interno de la propuesta. Sin embargo, no podemos calificar de western una cinta que transita prácticamente por todos los géneros existentes. En definitiva, La modista es un verdadero salto al vació de su directora, que ha decidido hacer de su vuelta tras las cámaras un acontecimiento inenarrable.

Dentro del caos, hay algunas cosas que chirrían más que otras. Entre ellas podemos destacar la subtrama amorosa entre los personajes de Kate Winslet y Liam Hemsworth, que supuestamente interpreta a un hombre de la misma edad de Winslet. Sin embargo, ese hecho es una nimiedad si lo comparamos con la forma que tiene Moorhouse de deshacerse de su personaje. Y este sólo es uno de muchos ejemplos, pues el guion es de lo más caprichoso en el tratamiento de determinados personajes y subtramas. Pero debo admitir que como divertimento cumple con creces, culminando con un final tan alocado como brillante, homenaje incluido a Malditos bastardos. Cine para ver, para odiar y/o para disfrutar. Vosotros decidís. Yo, con no pocas reservas, la disfruté un montón.

Calle Cloverfield 10 - Gran promoción, peor película

jueves, marzo 17, 2016 0 Comments A+ a-

Crítica escrita por Brian Garrido

Clover 1Resulta curioso que aún no llevemos ni tres meses cumplidos de 2016 y ya se haya presentado un hecho singular en dos ocasiones: que la campaña de promoción de cierta película sea muy superior al propio producto que están vendiendo. Pasó hace relativamente poco con Deadpool, en la que su promoción terminó llegando a saturar, y no porque no fuese ingeniosa, que lo era, sino por el obstinado objetivo que parecían tener de querer hacer ver que iba a ser una cinta muy transgresora. El resultado para nada fue el esperado. Y ahora se vuelve a repetir con el nuevo producto salido de la factoría de J. J. Abrams. Durante la pre-producción y el rodaje, Calle Cloverfield 10 era conocida como Valencia. Este proyecto despertaba cierto interés por lo arcano que resultaba. Más tarde se descubrió que era un spin-off de Monstruoso, dirigida por Matt Reeves en el año 2008.

John Goodman as Howard, Mary Elizabeth Winstead as Michelle in 10 CLOVERFIELD LANE, by Paramount PicturesEl film nos cuenta cómo una mujer, tras sufrir un accidente de coche, es secuestrada y encerrada bajo tierra por un excéntrico hombre que afirma que en el exterior hay una sustancia química y tóxica en el aire. Dando por hecho que la cinta se ubica en el mismo mundo que la de Reeves, la ambigüedad que debería ir adherida a la propuesta argumental no tiene el efecto deseado. Lo mismo ocurre con los distintos conflictos que ocurren a medida que avanza el guion, ya que la solución termina resultando precoz y es imposible que la intriga se termine de instalar en la película. Tampoco es que se puedan encontrar elementos que produzcan cierto interés, porque existe una continua contradicción, empezando por el desarrollo de los propios personajes.  La profundidad en estos brilla por su ausencia. No obstante, el trabajo actoral resulta bastante solvente, en especial John Goodman.

Clover 3Una cinta de estas pretensiones debería recurrir al uso del sonido en fuera de campo para componer la atmósfera. El debutante Dan Trachtenberg no demuestra demasiado talento este aspecto, porque satura en el aspecto sonoro con una banda sonora que subraya una y otra vez cada secuencia. Tampoco es positivo cuando se decide romper la sobriedad de su puesta en escena con una oleada de ruido y efectismo que lo único que produce es un severo dolor de cabeza. Quizá Calle Cloverfield 10 habría despertado un mayor interés si el espectador descubriese su implicación con el film del 2008 en el propio visionado de la cinta. Quizá Abrams debería elegir con un poco más de profesionalidad a los directores que lleven a cabo los proyectos que salen de Bad Robot –su productora–, porque en esta ópera prima se aprecia muy poco talento de Trachtenberg

El recuerdo de Marnie - Marnie siempre estuvo allí

jueves, marzo 17, 2016 0 Comments A+ a-

Crítica escrita por Daniel Medina

Tras El viento se levanta, la obra de despedida de Miyazaki y El cuento de la princesa Kaguya, probablemente también la despedida de Takahata, llega El recuerdo de Marnie, de Hiromasha Yonebayashi (su anterior trabajo es la discreta Arrietty y el mundo de los diminutos), en una época en la que Studio Ghibli se enfrenta a una profunda reestructuración. A pesar de todo esto, El recuerdo de Marnie es una película que reafirma de manera incuestionable que Studio Ghibli aún atesora una calidad incuestionable con gente de enorme talento con la capacidad de seguir maravillándonos.

La película nos cuenta la historia de Anna, una niña de 12 años tímida e introvertida a la que le cuesta mucho relacionarse y que apenas tiene amigos en Sapporo, la ciudad en la que vive. Anna es martirizada por un pasado nada claro en el que quedó huérfana. También sufre problemas respiratorios por lo que su madre adoptiva y tutora decide que lo mejor para ella es un cambio de aires y manda a Anna a vivir una temporada con unos parientes en un pequeño pueblo cerca de la costa. Allí Anna tratará de curar su enfermedad y poder relacionarse más, pero tiene la sensación de que una vez más ha vuelto a ser abandonada. El argumento de por sí contiene mucho de Ghibli así como la introducción de elementos fantásticos y mensajes en clave de amor por la naturaleza.

La película sufre en su tramo medio problemas de ritmo debido en parte a la personalidad repetitiva que comenzamos a apreciar en la protagonista y el hastío que puede producir Marnie, una misteriosa niña que solo es capaz de ver Anna y que inmediatamente se convierten en amigas. A pesar de esto, a lo largo de esta historia meticulosamente construida, Anna empieza a salir de su caparazón, aprende de su convivencia con Marnie y descubre importantes revelaciones de su propio pasado. La película puede sentirse como una lectura de verano: lánguida pero no urgente, te arrastra a su mundo inexorablemente, como la marea del pueblo en el que transcurre la historia, tal como lo hacen las buenas películas y los buenos libros.

El final está contado de forma magistral y es probablemente lo mejor de la película, aunque es igual de cierto que peca también de una sobreexplicación argumental innecesaria, como si necesitáramos de ella para enterarnos de un argumento para nada complejo y fácil de entender. El recuerdo de Marnie es una película que trata sobre la amistad, la memoria y el autodescubrimiento. Es una película para niños que los adultos disfrutarán.

Luces de París - La luz de Isabelle Huppert

miércoles, marzo 16, 2016 0 Comments A+ a-

"La Ritournelle" de Marc FitoussiLa película de la que os vengo hablar ha sido traducida al castellano como Luces de París, aunque podrían haberla titulado Luces de Isabelle Huppert y no habría queja alguna. Y es que por encima de todo el valor cinematográfico de la película, que a pesar de ser algo plana tiene el mérito de poner sobre la mesa algunos temas más o menos interesantes, de cierto calado, está la actriz francesa. ¿Qué hubiera sido de este trabajo sin Isabelle Huppert? ¿Habría llegado a la cartelera española de haber sido protagonizado por cualquier otra actriz? La respuesta, indudablemente, es no. Huppert, que casualmente cumple hoy 63 años (intentaré no hacer de esta crítica un homenaje a su persona), es una de esas actrices capaces de convertir lo malo o mediocre en pasable, lo flojo en disfrutable y lo bueno en sobresaliente. Luces de París, sin su presencia, difícilmente escaparía de la mediocridad. Pero aquí hay que hablar de un todo, y éste, obviamente, incluye su brillo, las luces que impulsan esta película más allá de las fronteras francesas.

"La Ritournelle" de Marc FitoussiBriggite y Xavier son una pareja cercana a la tercera edad que se dedica a la ganadería vacuna. Él vive por y para su trabajo, mientras que ella no puede soportar el peso de la rutina cuando sus hijos abandonan el hogar familiar, por lo que su carácter soñador hace que se pregunte acerca de todo aquéllo que se ha perdido por seguir un determinado modo de vida. Un día, con la excusa de visitar a un doctor para que revise unos bultos que le salen en el pecho, Briggite viaja a París a recuperar el tiempo perdido, por llamarlo de alguna manera. Aunque la historia parece más adecuada para elaborar una cinta dramática, en Luces de París predominan el humor y la simpatía -sobre todo esta última-, que suponen un buen equilibrio para el dramatismo y conforman una dramedia bastante ligera aunque no exenta de trasfondo.

"La Ritournelle" de Marc FitoussiAlrededor de la cinta pivotan temas tan interesantes como el anhelo de lo desconocido, el ansia por descubrir mundo, tan propio de la gente joven e inocente. En este caso, lo curioso es que es una mujer en edad de jubilarse la que decide descubrir la gran ciudad y (re)descubrirse a sí misma. Y es a partir de ese mismo viaje donde empiezan a surgir otros temas interesantes, aunque algunos sean simplemente esbozados, pues no nos hallamos precisamente ante un guion que explore en profundidad a sus personajes. Pero, con mayor o menor acierto, se plantea la cuestión de la infidelidad en un contexto bastante inusual, donde para determinar la moralidad del acto -legalidad dentro del propio matrimonio- entran en juego los fantasmas del pasado. Uno de los problemas más graves de la cinta es que el mismo relato resulta por momentos inconsistente, lo que provoca que no nos tomemos con toda la seriedad necesaria su trasfondo dramático, que ya se veía reducido de por sí por la capa de ligereza que cubre cada escena; todos los momentos son más proclives a la sonrisa que a la amargura.

Pero, como ya he dicho en el párrafo inicial, ahí está Isabelle Huppert para llenar de luz y vitalidad una película cuya suma del resto de los elementos resulta bastante insípida. Tampoco sería justo olvidarse de Jean-Pierre Darrousin, que aquí asume un papel bastante más trascendente que de costumbre, y lo hace con un resultado nada desdeñable. Saber si recomendarle a alguien este filme es bastante sencillo, pues el disfrute del espectador dependerá (casi) en exclusividad a las ganas que tenga de ver a Isabelle Huppert en pantalla. El cómputo global, con más luces que sombras, hace que mi opinión sea antes positiva que negativa, pero no es lo suficientemente sólido como para crearme algún tipo de curiosidad por el resto de la filmografía de Marc Fitoussi, el director de la cinta.

El cuento de la princesa Kaguya - Studio Ghibli sigue sin perder el toque

martes, marzo 15, 2016 0 Comments A+ a-


Crítica escrita por Daniel Medina

Isao Takahata, cofundador de Studio Ghibli, regresa con El cuento de la princesa Kaguya. El que fuera director de la fantástica La tumba de las luciérnagas allá por el año 1988, no dirigía una película desde el ya lejano 1999 con Mis vecinos los Yamada. Por suerte, los fans del estudio japonés y del cine de animación estamos de enhorabuena con El cuento de la princesa Kaguya (basada en un cuento popular japonés del siglo IX, “El cortador de bambú”), quién sabe si la última obra de un genio que desgraciadamente ha vivido un poco a la sombra del legendario Hayao Miyazaki.

La película comienza en un paisaje campestre, en algún momento del pasado, cuando un cortador de bambú descubre un tallo brillante que se abre para descubrir una pequeña criatura. Fascinado, la lleva a casa con su mujer y para sorpresa de ambos acaba convirtiéndose en un hermoso bebé. Este bebé comienza a crecer a un ritmo vertiginoso hasta convertirse en una hermosa a la que acabarán llamando Kaguya, que significa luz brillante. El cortador de bambú, creyendo que había sido obsequiado con un regalo del cielo, decide que Kaguya, por aquel entonces llamada simplemente princesa, está destinada a convertirse precisamente en eso, y de paso es también un pasaje para la alta sociedad para el anciano matrimonio. Así pues, Kaguya es forzada a abandonar el campo por la gran ciudad, dejando atrás a sus amigos.

La película goza de un estilo de dibujo más clásico del que acostumbran a tener la mayoría de producciones actuales, con una fantástica sensación de estar leyendo un cuento impresionista dibujado a mano. Se tarda un momento o dos acostumbrarse a esta apariencia, pero una vez lo haces quedas completamente prendado de ella, mención especial y sin caer en spoilers a una de las secuencias finales que no solo es un bellísimo golpe de lápiz del director sino también una manera brillante de conseguir adentrarnos en la mente de la protagonista. Aunque aquí también se traten los temas ambientales que se encuentran tan a menudo en Ghibli, el punto fuerte de la película es su fuerte lectura del rol femenino, alejándose del prototipo de mujer guerrera como hemos visto en otras cintas como La princesa Mononoke para mostrarnos a una mujer que simplemente quiere tener control sobre su vida, ya que no se la da la posibilidad de elegir en prácticamente ninguna de las decisiones importantes de su fugaz paso por la tierra.

Sobre este último punto querría detenerme, la mortalidad, y es que dado el acelerado crecimiento de la muchacha uno puede presuponer que Kaguya no permanecerá tampoco mucho tiempo en este mundo y una sensación de tragedia se cierne irremediablemente en el tramo final. Es cierto que el ritmo de la película puede verse ralentizado hacia la mitad, en el que quizá sea un intento deliberado de presentarnos el cautiverio de la princesa y los fallidos intentos de su padre adoptivo por buscarle un esposo, pero no por ello deja de ser disfrutable. 

Estamos ante una película con una calidad incuestionable que quizá no llegue a una gran audiencia como ya se demostró con su pobre recaudación en Japón, pero los fans del cine de animación se encontrarán ante un producto frágil y delicado, que recompensará de manera gratificante a aquellos que le den una oportunidad.