Respira - Problemas del primer mundo

jueves, enero 28, 2016 0 Comments A+ a-

He de admitir que no tenía depositada ninguna esperanza en Respira. La anterior película de Christian Zübert, Tour de Force -de la que os hablé aquí-, es un claro ejemplo de fallida manipulación emocional. Si a eso le sumamos las críticas negativas que Respira recibió tras su paso por la 53 Edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, creo que los motivos de mis pocas expectativas con la cinta alemana quedan expuestos a la perfección. Pero ya sabemos que aquí, en un mundo tan inmensamente rico como es el cinematográfico, cada uno tiene su propia opinión, o, al menos, debería tenerla. Y, en mi opinión, Respira es una película muy interesante, con ciertos problemas pero de resultado más que convincente.

respira 1 bisAunque sobre el papel no sea una película de historias cruzadas, en la práctica sí lo es. Incluso la propia narración se estructura en tres capítulos: el de los respectivos viajes -físicos y emocionales- de las protagonistas, cuyo comienzo es explicitado, y aquél en que ambos convergen, el cual no está introducido por ningún intertítulo. Un lúcido retrato de las “dos Europas”: la rica, representada por Alemania; y la pobre, cuyo papel de oprimida representa Grecia. Y no es una cuestión fílmica, pues las intenciones artísticas de Zübert no eran otras otras que elaborar una historia dramática con el siempre presente trasfondo de la crisis económica actual, y de la desgraciada influencia que las potencias político-económicas tienen sobre los países que más han sufrido las consecuencias de la crisis, los que han sido rescatados.

Respira 2
Elena es una joven griega que, cansada de las pocas oportunidades que le brinda su país, decide dejar a su novio en Grecia y emigrar a Alemania para poner copas en un club. Sin embargo, cuando le realizan el reconocimiento médico detectan que está embarazada, por lo que termina trabajando como niñera de una niña. Tessa, la madre de la niña a la que cuida Elena, está sufriendo problemas en su (re)inserción laboral, lo que ella llama problemas del primer mundo. Un hecho inesperado se encargará de trazar una sucesión de dilemas morales, una parábola sobre la culpa y una crítica a la problemática de la precariedad laboral sufrida por los jóvenes y las mujeres (la sufren todos, pero estos sectores en mayor medida).

respira 3Lo mejor de la película es su coherencia en la narración de una historia que pone sobre la mesa tantos temas interesantes, creando con verdadera soltura un film que no se olvida con facilidad, y que sirve como un notable vehículo de reflexión. No obstante, no está ni mucho menos exenta de problemas. Pero bueno, se trata de problemas del primer momento, cuya trascendencia es la suficiente para que sean remarcados pero no para evitar que Respira sea una buena película. Si tenemos en cuenta la forma de filmar de Zübert, casi siempre cámara en mano, acercando el objetivo a los rostros de las muy solventes protagonistas -la debutante Chara Mata Giannatou y Jördis Triebel (Al otro lado del muro, 2013)-, es bastante innecesario el uso de una tímida pero exasperante melodía que actúa como único añadido musical. También la ejecución del tercer acto deja mucho que desear -cuyas maneras coinciden peligrosamente con la forma de cerrar el primero-, mucho más cercana a cualquier thriller de sobremesa -por su torpeza- que a la del resto de metraje. No obstante, la película queda cerrada a la perfección con una muestra de lo más clarividente sobre el egoísmo latente en toda sociedad, por desarrollada que sea.

Por suerte, el peligroso final del primer acto -por su trascendencia argumental- consigue llegar a buen puerto gracias a una estructura muy bien elegida. Así, Respira no sólo supera con creces mis prácticamente nulas expectativas, sino que afirmo sin ningún reparo que nos encontramos ante una buena película. Además, supone mi reconciliación con Christian Zübert, que realiza un trabajo diametralmente opuesto al que resultó ser Tour de Force, esquivando una moralina que se antojaba inevitable, y evitando ser condescendiente con ninguna de las dos mujeres, cuyos actos no son justificados aunque sí entendidos. O, al menos, asumidos.

Mia Madre - Dualidad

viernes, enero 22, 2016 0 Comments A+ a-

Mia Madre es una película de dualidades. También es la forma de redimirse de Nanni Moretti, que se proyecta a sí mismo en el personaje de Margherita, una mediocre directora de cine -separada y con una hija adolescente- que se encuentra rodando su próxima película mientras su hermano, interpretado por el propio Moretti, deja de lado su carrera laboral para cuidar de su madre enferma. La madre del director italiano falleció mientras éste montaba su anterior película, Habemus Papam. Así, en Mia Madre enfrenta su yo real -Margherita- con el ideal -él mismo en la ficción-. Pero también enfrenta la realidad con la ficción, la realidad con los sueños y la vida con la muerte. Más allá de este suceso, cuya importancia para desentrañar toda la riqueza de la obra es capital, el personaje de Margherita recoge todas las preguntas sin resolver de Moretti, tanto en su faceta de cineasta como en la de su vida personal.


Tanto en La habitación del hijo, probablemente el film más laureado del transalpino, como en Mia Madre. el duelo es el epicentro de la narración. En la primera todo el dramatismo se articulaba en torno a la inesperada muerte de un vástago, mientras que en Mia Madre se pone el foco en afrontar la inminente pérdida natural de la progenitora. Pero existe una diferencia importantísima entre ambas -además de que la segunda es mucho más rica en cuanto al contenido-: el tono. La frialdad de la primera congelaba mis emociones, cuando la pretensión de Moretti no era precisamente ésa. Mia Madre, sin embargo, encuentra en la calidez una de sus mayores virtudes. La película se encuentra en un estado de cambio constante, alternando realidad y ensoñaciones, drama y humor. Pero el conjunto no se resiente nunca de ello, logrando emocionar con mayor facilidad, aun cuando las pretensiones no eran tan grandes como lo fueran en la cinta ganadora de la Palma de Oro en 2001.


Mia Madre 3Sería injusto olvidar el estupendo trabajo de Marherita Buy, que sostiene en todo el momento el peso dramático; pero también lo sería olvidar a un John Turturro que hacía mucho tiempo que no estaba tan bien. Su aparición como contrapunto humorístico -interpretando a un actor pedante e incapaz de recordar sus líneas de guion-, que puede incluso desconcertar en un principio, termina encontrando su sitio en la que hasta determinado momento era una película distinta: la de la vida personal de Margherita. Nanni Moretti es un estupendo director de actores, capaz de de sacar lo mejor de sí mismo -aquí en menor medida, pues se reserva un papel relativamente pequeño- mientras hace lo propio con una estrella de Hollywood.


Mia Madre 1Quizá el estado cambiante de la película, en la que conviven la realidad y los sueños en perfecta armonía, dificultando incluso la labor de interpretar si una escena es o no real hasta que la misma concluye, no es más que un reflejo de nuestra propia existencia, y del inexorable peso de los sueños -frustados y por cumplir- en nuestro día a día. Pero también es, sin lugar a duda, su forma de enfrentar sus errores, de cuestionarse no ya su propia existencia y labor como cineasta, sino una serie de interrogantes que nadie parece saber responder, menos aún él mismo. Así lo plasma mediante la voz en off de Margherita mientras responde las preguntas de los periodistas en una rueda de prensa, que dice algo así como: “No paro de repetir siempre lo mismo, pero en el fondo me siento confusa, no entiendo nada. Todo el mundo cree que comprendo lo que pasa, que soy capaz de interpretar la realidad, pero no comprendo nada“. Margherita, finalmente, cree haber fracasado en la vida como hija, como madre, como esposa y como directora. Un fracaso al que tiene que hacer frente, ejemplificado de forma perfecta cuando los alumnos de su madre, profesora retirada, deciden ir a visitarla al hospital. La falta de aprobación del resto para con su trabajo no hace más que acrecentar las dudas que inundan su cabeza.

Shots from "Mia Madre"
Mia Madre finaliza con una emotividad que brota poco a poco, fruto de la cercanía con la que presenciamos toda la historia. Su aparente sencillez esconde una película muy madura, que se consolida como un ejercicio de reflexión que sirve como complemento -y a la vez es parte intrínseca- a la emocionante historia. Quizá algo irregular, pero no por ello menos valiente y conmovedora. Cine dentro del cine. Cine sobre la vida y sobre el propio cine.

Midiendo el mundo - Doble error

viernes, enero 22, 2016 0 Comments A+ a-

En Midiendo el mundo Detlev Buck desarrolla dos biopics, por lo que podríamos decir sin ningún tipo de problema que erra doblemente. La película se centra, de forma individual en casi su totalidad, en el crecimiento y las vidas de dos mentes brillantes como las de Alexander von Humboldt y Carl Friedrich Gauss. Sin embargo, parece que el fin único de la misma es mostrar la relación que surgió entre ambos en el ocaso de sus vidas. En apenas media hora se pretende despertar en el espectador algún tipo de emoción, pero la ejecución es realmente torpe y desastrosa, lo que consigue empeorar un conjunto que venía dejando mucho que desear.

Todo el transcurso de la trama se siente anodino y las imágenes acartonadas, con un dirección que destaca por plana, cuyas únicas decisiones con cierto riesgo resultan ser inaceptables. El interés se mantiene de forma intermitente gracias a que ambos científicos alemanes fueron personas dignas de estudiarse. No obstante, el tratamiento de los personajes y su desarrollo no podrían haber estado menos inspirados. Ni siquiera las aventuras de von Humboldt explorando el Nuevo Mundo, que podría tratarse perfectamente de un personaje recién salido de Aguirre, la cólera de Dios, dotan a la historia de un mínimo interés por seguir su escasamente atractivo hilo narrativo. Bueno, digamos hilos, pues ambas historias, a pesar de desarrollarse de forma paralela, no llegan a converger hasta que sus caminos se cruzan físicamente.

Rodaje de La Medición del MundoAl menos podemos conocer las diferentes obsesiones y cualidades de ambos científicos por ampliar los conocimientos sobre el mundo. Alexander von Humboldt fue un simpático y extrovertido explorador y geógrafo que nunca cesó en su ansia por descubrir nuevos lugares y comportamientos. Mientras tanto, Gauss, mucho más reservado que su compatriota, aprovechó su mente privilegiada para ampliar los conocimientos sobre el álgebra y la aritmética. Dos personalidades totalmente distintas pero igual de interesantes, de las cuales no sólo recibimos una imagen pobre y casi caricaturesca, sino que además el valor cinematográfico de la obra resulta prácticamente nulo.

El talón de Aquiles de Midiendo el mundo no es otro que su falta de esencia. Ninguna de las imágenes que podemos ver durante las dos horas de metraje consigue decirme nada, y es muy probable que mañana mismo sea incapaz de recordar un solo momento de la película. Impersonal, desalmada y por momentos tediosa, así es este doble biopic de Detlev Buck. Estoy convencido de que La medición mundo, la novela de Daniel Kehlmann -que coescribe este trabajo junto al director- que sirve como punto de partida para este film, es mucho más interesante y enriquecedora que el visionado de la película, que dentro de lo malo no resulta ofensiva ni logra superar la línea del aburrimiento.