El viaje más largo - Rodeo hacia el amor

viernes, mayo 08, 2015 0 Comments A+ a-

Desde el año 2004 con El diario de Noa (Nick Cassavetes), la cita anual con alguna adaptación cinematográfica de las novelas románticas de Nicholas Sparks es ineludible. Este 2015 hemos tenido el privilegio o la desgracia de que se estrenen con sólo una semana de diferencia dos adaptaciones: Lo mejor de mí y El viaje más largo. La segunda, dirigida por George Tillman Jr., nos muestra la a priori imposible historia de amor entre dos jóvenes.

Los protagonistas de la película y el romance son Luke (Scott Eastwood), un joven campeón de rodeo que lleva un año sin competir por culpa de una lesión, y Sophia (Britt Robertson), una brillante estudiante cuyo sueño es trabajar en una galería de arte en Nueva York. Tras conocerse, empezará una relación de amor imposible, ya que Sophia debe irse en dos meses a Nueva York a realizar unas prácticas en una galería de prestigio. Los dos se han criado de maneras totalmente opuestas y tienen sueños y proyectos de futuro que no se asemejan en absoluto. Pero ya sabemos que el amor traspasa fronteras y cualquier tipo de barrera, y más en este tipo de novelas tan acostumbradas a buscar la lágrima fácil. Luke y Sophia le salvan la vida a un anciano que había sufrido un accidente de tráfico, Ira Levinson (Alan Alda), el cual de joven vivió una historia de amor que se nos presentará paralelamente a la historia principal. Sophia irá diariamente al hospital a ver a Ira y a leerle cartas que éste le enviaba a Ruth, su esposa fallecida.


Los hechos vividos por la pareja de los jóvenes Ira y Ruth Levinson, interpretados por Jack Huston y Oana Chaplin respectivamente, supondrán un aliciente para que Sophia y Luke dejen a un lado todos los obstáculos que se interpongan en su relación. Mientras ella termina por dejar a un lado su pasión en determinados momentos, él jamás desiste en su intención de ser el número uno. En las relaciones siempre hay una parte que hace más por la pareja que la otra, en este caso Sophia.

Nadie puede negar que en El viaje más largo están presentes todos los clichés y tópicos de los blockbuster románticos, pero la buena química existente entre sus protagonistas y un ritmo que no decae jamás, consiguen mantener el interés en todo momento. Las historias terminan por estorbarse la una a la otra en determinadas ocasiones. Cuando la historia ambientada en los años 40 nos interesa, la película vuelve al presente y viceversa. La historia del pasado es fundamental en el desarrollo de la historia y en el mensaje de ésta, pero me da la sensación de que tiene un excesivo tiempo en pantalla. El metraje sobrepasa las dos horas de duración, cuando se podía haber llegado al mismo punto con media hora menos.


La interpretación de los protagonistas es probablemente lo que más me ha gustado. Scott Eastwood y Britt Robertson desprenden sinceridad en todo momento, complementándose mucho mejor de lo esperado. Sería un error utilizar el término de “caras bonitas”, pues demuestran ser más que eso. Huston y Chaplin están muy bien, el problema es que no consigo conectar con su historia de amor en tiempos de guerra.

Pese a seguir el mismo patrón que otras películas inspiradas en novelas de Sparks, El viaje más largo me parece más interesante, menos manipuladora y mejor interpretada que la gran mayoría de dramas románticos de este corte. No llega a ser una buena película, pero tiene el estimable mérito de no molestar, que es un logro teniendo en cuenta lo esperado en un principio. No es una película que recomendaría, pero he de decir que hay cosas mucho peores en cartelera.