La historia de Marie Heurtin. ¿Quién es Dios?

martes, marzo 31, 2015 0 Comments A+ a-

Debe de ser duro el nacer sin alguno de los cinco sentidos vitales, sí; pero imaginaos nacer sin dos (más otra facultad importante: el habla) de los cinco sentidos. Esta película basada en una historia real a finales del siglo XIX, trata sobre una niña, Marie Heurtin, que siendo sordomuda y ciega, era incapaz de comunicarse con el resto de seres humanos; podríamos decir que debido a su comportamiento e incluso a su aspecto, la joven Marie era una niña salvaje. Los padres de Marie, incapaces de llevar a cabo el aprendizaje (civilización) de la niña, decidieron llevarla a un asilo religioso, en el cual se encargaban de acoger y enseñar a jóvenes sordomudas. Pese a la negativa inicial de la madre superiora de admitir a Marie, debido a la ardua -y prácticamente impracticable- tarea de enseñarla a comunicarse (pues no sólo era sordomuda, sino también ciega), la joven hermana Marguerite se vio totalmente atraída por Marie, por lo que convenció a la madre superiora de hacerse cargo de la enseñanza de la pequeña. A partir de esta premisa, Jean-Pierre Améris nos regala una maravillosa historia de superación, alejada de otros productos de esta índole -excesivamente edulcorados-.


El primer tercio del metraje me hacía dudar bastante sobre la calidad y trascendencia de lo que iba a ver, pues la película comienza de manera muy ligera y dispersa, con un aparente descontrol; los chillidos de la joven Marie pueden incluso acabar por desesperar al espectador. Por suerte, parece que el tono y el propio alma de la película coinciden con el proceso de aprendizaje de Marie; Améris parece ir aprendiendo durante la película a dirigir (pienso que es una sensación que quiere hacer llegar al espectador), regalándonos una hora de película notable, con un tono más serio y una sobriedad impresionante. Casualmente -o no-, La historia de Marie Heurtin supone una exploración del lenguaje cinematográfico; Améris demuestra una tremenda capacidad para transmitir a través de las imágenes, las cuales comienzan a adquirir entidad propia, de manera más evidente (y brillante) conforme avanza el metraje.

Jean-Pierre Améris rara vez -probablemente sólo en la escena de los cubiertos- recurre al uso de elementos demasiado efectistas (propios en este tipo de película), aportando así una mayor seriedad y empaque a la historia. El interés de la película recae en el dúo de actrices protagonistas, que están maravillosas en sus respectivos papeles. Ariana Rivoire (sordomuda en la vida real) interpreta con una soltura y una naturaleza sobrecogedora a la joven Marie; pero la verdadera sorpresa de la película es Isabelle Carré, que se pone en la piel de la hermana Marguerite, dejándonos una de las mejores interpretaciones femeninas de los últimos años. El apartado técnico es genial, destacando una fotografía magnífica y un aprovechamiento óptimo de la naturaleza (sonidos, imágenes, la naturaleza como lugar de curación y aprendizaje, nexo de unión entre vida y muerte, etc).


La historia de Marie Heurtin no es sólo la historia de superación de la pequeña Marie, es también la historia de superación de Marguerite, que gracias a un esfuerzo inconmensurable, conseguirá un verdadero milagro; y digo verdadero, porque el propio Améris deja algunas preguntas en el aire sobre el tema de la fe y de Dios, a través del personaje de Marie en un momento clave de la historia. Lo que en un principio parecía ir a convertirse en otra película olvidable y manipuladora, acaba siendo una dura y bella historia de superación, la cual aporta algo -aunque sea puramente a nivel personal- y que demuestra que Jean-Pierre Améris es un autor a tener en cuenta.